Querido tú:
Hace meses que no sabemos el uno del otro y eso es
preocupante. Es preocupante porque las leyes de la naturaleza actúan de forma
diferente entre nosotros. La lógica se
quedó atrás en esta carrera, y la casualidad parece que va en primera posición.
Y sé qué es el momento idóneo para preguntarte qué tal te encuentras, porque
misteriosamente aparecemos en los lugares más insospechados cuando el otro recorre
las tinieblas. ¿Cómo lo hacemos para conectar tan poderosamente? ¿Cuántos
principios de física nos estaremos saltando? ¿Habremos sido bañados el día de
nuestra creación por la misma ola de polvo interestelar? Entrañas tantas
preguntas en mí que no puedo sino abalanzarme sobre ti para darles respuesta. Y no te confíes,
pues no creo en el destino. Tiene que haber algo de lo que nos estemos
olvidando.
No temas, porque todo pasará.
R.